jueves, 20 de junio de 2013

ÉRASE UNA VEZ UN MUNDO CONFUSO, CONVULSO Y CONTRADICTORIO



Reflejo del mundo es el reflejo de lo cercano, del ser humano individuo. Y en este momento procedo a escribir sobre los trabajadores de las compañías telefónicas sin saber a donde me llevarán las palabras.

    Érase una vez o muchas, se daba el caso de la mentira rastrera, la mentira por dinero, la mentira justificada porque la empresa me obliga, soy su siervo, su esclavo, la mentira por sistema y el sistema de la mentira.
  
    Érase una vez o muchas, el humilde obrero traicionaba a los suyos vendiéndoles productos que fallaban en casi todas las garantías que ofrecía, vendiéndoles al fin y al cabo una sarta de mentiras.

    Erasé una vez o muchas, en las que el "todo vale" era la excusa para pisar a otros y lograr subir un escalón, que en realidad es un escalón de bajada, pero de pantalones.

    Érase una vez o muchas, las personas estaban en venta, siendo pobres de corazón y tripas, y no se daban cuenta, ya que miraban a la prostituta o al mendigo por encima del hombro pensando sólo en lo material y los valores impuestos por la iglesia podrida y arcaica.

    Érase una vez o muchas, la alienación reinaba en los vagones, en las calles, en las paradas de bus, y cierta gente no escuchaba un sencillo "buenos días", o puede que sólo evitaran el contacto. No sé qué es peor.

   Érase una ficción, las fuerzas de represión del estado estaban al servicio del pueblo.
   
    Érase una ficción, las fuerzas de represión del estado estaban al servicio del pueblo.
   
    Érase alguna vez que alguien era sincero, contagiaba al de enfrente y ya eran dos.

    Érase una vez que alguien prefería mendigar en lugar de estar trabajando al teléfono de una compañía telefonica, porque consideraba que era más digno lo primero que tener que engañar a gente que como ella sufre por llegar a fin de mes.

    Érase una ficción, una chica muy fea y muy gorda a la que todo el mundo veía hermosa.

    Érase una vez platónica, un televisor de realidades, periodismo, arte y cultura.

    Érase una ficción, la educación y la sanidad gratuitos para un pueblo sin fronteras que ocupa toda la tierra habitada.

    Érase un señor con erecciones hasta la muerte.

    Érase un matrimonio con apetito sexual y salud hasta el final de sus días.

    Érase que Dios era el Diablo y el Diablo Dios. Y cuando podían salían de cañas.
   
                Érase un sistema de mentiras que crece si le das comida,
              y un No sistema no inventado que no nace si no lo recordamos.

   Érase un tipo calvo con barba que se fué a dormir para soñar con los angelitos muertos, para despertarse así en un mundo maravilloso.

1 comentario:

  1. (Érase una vez en un bar cualquiera, en una ciudad cualquiera, en un país cualquiera)

    Entra Dios al bar:

    Diablo -dirigiéndose a Dios- : "Hola colega, te pido lo de siempre?"
    Dios -dirigiéndose a todos- : "Si, ando sin parné y seco... y aburrido"
    Diablo -dirigiéndose al camarero- : "Ponme a mi una mas, y otra aquí pal chaval..."
    Dios -dirigiéndose al Diablo: "Gracias, se me acaba de terminar el paro"
    Diablo -dirigiéndose a Dios en tono de solfa- : "No desesperes hijo mio, Dios proveerá"

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